Educación sin violencia

Hablar de educación es aludir a trascedentales aspectos como amor, verdad, acción correcta, paz y no violencia. En otras palabras, la educación suena a armonía, respeto, honestidad entre otros subvalores que distinguen al ser humano de los animales. No obstante, entrar a las instituciones educativas causa un profuso dolor por cuanto las mismas dejan ver maltratos físicos, verbales, emocionales y una desvirtuada concepción de la liberación.

Educación y política van de la mano

La educación es una de las hijas putativas de la política. Por ello, el Gobierno Nacional debe concienciar el cuidado integral que merece ese agente socilizador el cual parece estar huerfano por los múltiples problemas que lo acosan. De esta manera, los principales protagonistas de la educación, que sin lugar a dudas son los niños, llevan a cuesta los problemas de hacinamiento, infraestructura, falta de material bibliográfico, inseguridad, entre otros.
Por esta razón, tanto los niños como los docentes, se sienten incómodos en su recinto escolar. Precisamente, por las calamidades antes referidas siendo estos los factores influyentes en la desmotivación que los actores principales de la educación han manifestado.
Ciertamente lo antes aludido es un escenario de extrema arbitrariedad y complejidad considerando que la educación es reconocida como pilar fundamental de desarrollo para un país, que pareciera no ser prioridad para el Gobierno Nacional.

Educar a través del periodismo ciudadano

Considerando que la Educación es un factor que apuntala hacia diversas perspectivas que, de una u otra forma generan óptimos resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es oportuno el momento para indagar algunas estrategias de cómo involucrar a los niños a expresar sentimientos, inquietudes, sueños, juicios de valor y todo cuanto forme parte del maravilloso mundo que les rodea.
Es sabido que el periodismo ciudadano permite involucrarse en situaciones que envuelven a determinadas comunidades en lo que respecta a fortalezas o debilidades manifiestas desde lo cultural, económico, social y político.
Es por ello que resulta interesante vivir el periodismo ciudadano en consonancia con las expectativas de los niños por cuanto ellos son parte fundamental de la sociedad y por consiguiente, tendrían la oportunidad de expresar desde su punto de vista aquello que hace mella en su comunidad.

Educar es como caminar en un día de sol

Al parafrasear al poeta español Antonio Machado cuando escribió “caminante no hay camino/ el camino se hace al andar”, apreciamos el valor de la educación. Sobre todo, cuando es posible entender que la educación es como caminar bajo el sol. ¿Pero por qué tal comparación? Pues, sencillo.

La educación significa desarrollar una mínima capacidad para otear más allá de las circunstancias. Aun cuando las circunstancias puedan parecer difíciles. El problema está, fundamentalmente, en la tenacidad individual para resistir los embates del tiempo toda vez que el camino se hace al caminar bajo un cielo esplendorosamente soleado. Y es, justamente, lo que deja ver el calor que irradia el conocimiento en la medida que el andar marca la pauta del caminante.

El camino, aunque difícil por empedrado que pueda ser, es la mejor razón para insistir en la marcha. Así que todo esfuerzo, es sinónimo de educarse por la vida.

Cuando una razón convence

Educar es un proceso que va de la mano con la comunicación. Sobre todo, cuando ésta se vale de los recursos más cotidianos para incitar reflexiones o acuciar una conciencia más crítica sobre el mundo inmediato a fin de provocar en la persona una actitud más benévola. O que se compadezca, ciertamente, de las restricciones que la naturaleza de la vida le impone a quien procura seguirla por cualquier vía y valiéndose de algún método de efectivo alcance.
De ahí que la pertinencia que corresponde a la posibilidad de comunicarse con el mayor número de personas, recae en la creatividad de quien lo intenta. Por tal razón, resulta muy significativo aprovechar la noción de nuevas formas de comunicación y entre las cuales destaca la comunicación ciudadana o el periodismo ciudadano. Justamente ante esta nuevas realidades, tiene asidero exaltar maneras nuevas de estimular relaciones entre quienes constituyen colectivos de cualquier índole mediante los mecanismos del denominado Periodismo Ciudadano. Así que desde este momento, asumimos la mediación entre sus intereses y necesidades con las de otros para que, en conjunto, puedan afianzarse procesos que llevan a pensar con la fuerza espiritual del caso que nos estamos educando por la vida.